[2/1/11 - Miércoles 12:17]
Por desgracia , todo lo que viví ayer no fue un sueño.
Todo había pasado tan rápido que apenas tuve tiempo de pensar que hacer.
Cuando aquel chico me recogió del suelo y me metió en aquella especia de refugio , ni yo le pedí explicaciones , ni el me las ofreció , simplemente me indico donde podía descansar y yo caí rendido , esperando despertar pronto. Probablemente , no recibí explicaciones porque no las ahí , o simplemente nadie las conoce aun.
El caso es que , tras un placentero sueño en pos de descubrir que todo era producto de mi imaginación , fui despertado por una dulce y aguda voz.
Procedía de una monisima renacuaja de unos diez u once años. Su nombre era Marin , o al menos eso me dijo. No parecía extranjera , y no es que sea un nombre muy típico de esta zona , pero no me importaba lo mas mínimo si era un seudónimo , un mote o realmente su nombre original , sonaba bien , y eso es lo que importa.
Estuvimos hablando un rato hasta que me despejé. Me contó que unos extraños seres , denominados por ella como glotones , invadieron su avenida.
Aquel curioso mote referente a las criaturas que la noche anterior se dedicaron a pisotearme y acosarme me arrancó una sarcástica sonrisa , aunque también me hizo pensar todo aquello que debió soportar una mente tan frágil como la suya.
Yo solo había recibido algún que otro susto , pero lo único que les vi hacer a esas cosas fue andar y tropezarse. Si ella los llamaba "Glotones" seria por algo , y ese algo probablemente seria la explicación a las inmensas cantidades de sangre con las que resbale la noche anterior.
Mientras hablaba con la chiquilla , pude comprobar como derramaba alguna que otra lagrima al hablar , lo que me provocaba unas casi incontenibles ganas de abrazarla , aunque me contuve por tal de mantener la compostura.
Al cabo de unos minutos , me informo de que "los demás" se encontraban abajo , y querían hablar conmigo.
Al bajar a la planta baja del edificio , tras pasar la puerta metálica por la que me introdujeron anoche , encontré una especie de salón con una mesa enmedio , mas tarde me enteraría de que en antaño fue la vivienda de uno de los presentes , la cual se vio provisionalmente conversa
en la sala de reuniones y principal refugio de aquella pequeña guerrilla urbana en busca de la supervivencia.
Sentados alrededor de dicha mesa se encontraban cuatro hombres , una mujer , un perro y mas tarde , Marin y yo.
Entre ellos , uno de los sujetos masculinos me resultaba familiar , era el chico que me rescato la noche anterior. Se presentó como Botán , de nuevo , otro nombre que me sonaba raro.
A su izquierda se encontraba un hombre fornido , lleno de pircings , tatuajes y demás tonterías.
Además , tenia el pelo teñido de un rubio que dañaba los ojos. Era un yankee en toda regla.
Y nunca mejor dicho , puesto que se me presento rudamente y con cara de malas pulgas como Yanky. Sentado al lado de este había un individuo de lo mas tópico entre los tópicos. Un tímido chico "rellenito" por así decirlo , portando gafas redondas de pasta y camisa sobre camiseta . Se presentó como Geek , aunque para mi siempre seria un cumulo de clichés con patas. A los pies de este , un peludo cachorro negro llamado Jet , al parecer pertenecía a Geek.
Por ultimo , mas apartados del consejo de sabios , se abrazaban temblorosos una pareja de lo mas moñas. El chico iba en traje , corbata incluida y engominado hasta las cejas. La chica se cubría con minúsculo trapo celeste , el cual resulto ser un vestido de esos caros de marca.
Ellos se negaron a presentarse , que majetes.
En cuanto Marin y yo llegamos a aquella sala , ella salio corriendo para tirarse en brazos de Botán y abrazarlo. Me sentía como Pedobear , al cual se le escapa una loli , saliendo esta huyendo llorosa a los brazos de su amo.
Resultaron ser hermanos , y el padre de estos , Taicho , fue el que llamo la atención de peatones que acechaban con hacerme dios sabrá que.
Me explicaron que , al oír mis gritos , salieron Botán y Taicho del pequeño refugio a rescatarme , aunque solo disponían de un arma , una escopeta de caza , hobby de Taicho.
Dadas las circunstancias , optaron por que uno llamaría la atención de los moradores sangrientos mientras que el otro me llevaría hasta el refugio. Y así hicieron , el único problema es que Taicho aun no había vuelto.
Me sentía realmente culpable. Dos hermanos habían perdido de vista a su padre por mi culpa...
Mis sentimientos de culpabilidad llegaron a tal extremo que le propuse a Botán ir en busca de su padre.
Entonces , comenzó una gran disputa.
Puesto que no disponíamos de armas , Yanky se negó a dejarnos salir. Actuaba como un macara, pero apuesto a que tiene un corazón enorme.
La pareja sin embargo nos apoyaba , imagino que pensaban "Cuanta menos gente , mas intimidad".
Geek se limitaba a juguetear con el pequeño Jet , y Marin se acurrucaba en la espalda de su hermano.
Finalmente , Yanky entro en cólera y le soltó un sopapo al chico romántico aleatorio , el cual cayo al suelo como la manzana que aporreo el coco de Newton.
Tras un incomodo silencio , tranquilice al macarrilla y propuse esperar hasta la mañana del día siguiente , si para entonces Taicho no volvía , Botán y yo dejaríamos refugio por una semana para buscarle.
Botán , a regañadientes , accedió , y Yanky también.
Así pues , seguimos a la espera de que Taicho haga acto de presencia... A ver si hay suerte.
[2/1/11 - Miércoles 18:03]
Taicho aun no apareció.
Me pase toda la tarde jugueteando con Marin y el chucho de Geek.
Era consciente de que , fuera del pequeño refugio improvisado , rondaban miles y miles de seres inmundos que parecían recién salidos de aquellos juegos con los que malgastaba mis noches , matando hordas de muertos vivientes armado con un cuchillo , una pistola de las cutres y una ithaca sin munición. Pero esto no era un videojuego. No hay botones para equiparnos armas salidas de la nada , ni munición escondida en cajas de madera , ni un menú con el titulo de "Estas muerto" , desde el cual podías o bien volver al lugar donde perdiste la vida , o volver a tirarte en la cama y matar el tiempo contando los puntitos del gotelé en el techo.
Solo llevo seis horas aquí metido y ya me siento realmente inútil...
Tras las gruesas y esteriles paredes que me separaban de la realidad un padre de familia se jugaba la vida por mi culpa ¿Y que hacia yo? Acariciar a un puto perro y jugar a las palabras encadenadas con una cria de ojos llorosos...
Si por mi fuera saldria ahrora mismo en busca de Taicho , no solo por mi sentimiento de culpabilidad , sino porque me aburro como nunca , y una parte de mi desea salir ahi fuera y recrear las mil y una hazañas que una vez elaboré ante una pantalla.
Todo lo que puedo hacer ahora es esperar... ¿Pero esperar a que? ¿A que Taicho regrese y destroce mi tremenda ilusion por jugarme la vida sin motivo alguno y disfrutar de un buen cvhute de adrenalina o a que anochezca y asi poder disfrutar de mi propio infierno a costa de los llantos y preocupaciones de dos hijos probablemente huerfanos?
Sea como sea , solo puedo hacer eso , esperar... esperar...
[2/1/11 - Miércoles 23:49]
Al parecer no me queda otra mas que salir en busca de Taicho.
No porque no haya aparecido , que tampoco se dio el caso , sino porque la inutil pareja de romanticos resulto ser una inutil pareja de psicoticos suicidas.
Hace un par de horas , una panda de bastardos descompuestos se dedicaron a aporrear la barricada. Se ve que poca comida quedaba allá fuera entre los riachuelos de sangre y las pilas de cadáveres en plan tetris , así pues , al mas puro estilo perro de caza hambriento , salieron en busca de sabrosos conejos salvajes , y el maldito chucho de Geek les ayudo en dicha tarea ladrando como si le estuvieran retorciendo las pelotas.
Nos cubrían gruesas paredes lisas , a lo largo de estas , cuatro puertas de una extraña aleación similar al PVC limitaban las salidas delantera y trasera , el salón donde nos reunimos y la escalera hacia los pisos superiores. Si a eso le sumamos que las ventanas , las cuales ya contaban con una verja metálica , fueron selladas con tablones de madera y cubiertas con sabanas para no dejar pasar la luz interior , nos hacia imperceptibles desde el exterior. Para rizar el rizo , la puerta delantera contaba con una robusta barricada a base de muebles viejos , y la trasera contaría pronto con otra similar.
Aun así , y contrastando con la tranquilidad del resto de supervivientes , la extraña pareja de enamorados estaban un tanto exaltados.
Sudaban como puercos el día de la matanza , y se abrazaban gimiendo a cada chirrido proveniente de las grotescas puertas.
Intenté calmarlos junto a Botan , mas su mayor muestra de lucidez fue la tremenda bofetada que le arrearon al pobre muchacho.
Llegó un momento en el que , dios sabrá porque , se tomaron de la mano , sonriendo como dos langostas cogiditas de las pinzas y paseando por un vivero , salieron corriendo como ratones al ver un enorme gato orondo muerto de hambre , arremetiendo contra todo aquello que se interponía en su campo de visión , destrozaron la cerradura de la puerta trasera con uno de los tacones de la muchacha , y junto al eco de sus pasos por los estrechos callejones , se fugaron en busca de una muerte segura.
Los pocos que seguíamos cuerdos nos quedamos atónitos ante la tremenda estupidez que llevaron a cabo aquellos dos idiotas.
Fue Yanky quien nos espabiló a todos con un chillido atronador , y en seguida nos levantamos como pudimos y salimos corriendo.
Con un segundo grito , esta ves proveniente de la puerta trasera , nos percatamos de la presencia de otros seres en el refugio.
Cubiertos por un mando carmesí , dos tipos descompuestos avanzaban lentamente por el pasillo dejando atrás en el callejón los mutilados cuerpos de los enamorados , los cuales sufrían espontáneos espasmos y aun así seguían tomándose las manos .
Subimos rápidamente por las escaleras hasta llegar a la terraza de aquel piso , la quinta planta.
Allí ejercimos de Mcgyver improvisando armas con la navaja de Yanky y un par de tuberías sueltas. Tras deshacernos de los polizontes , los cuales aprovecharon nuestro bricolaje para subir los cinco pisos. Procedimos a atrancar la puerta que daba a las escaleras , pero una docena de cuerpos llegaban por el cuarto piso.
El pasillo de las escaleras se agrandaba al llegar a la puerta de la terraza , una docena de moles placando contra ella podrían echarla abajo con facilidad . A diferencia de las otras puertas de la estancia , esta era mucho mas frágil.
Nuestra única opción era salir por patas , así que nos las ideamos para pasar de una terraza a otra gracias a un par de tablas y unas cuerdas , era increíble ver la cantidad de basura que se acumula en sitios así.
Finalmente nos apalancamos en un parque. Este contaba de unas altisimas vallas de acero oxidado , y los alrededores estaban desiertos.
Nos turnamos para hacer guardia y dormir bajo unos columpios , la primera guardia es la mía...
Mientras que con una mano escribo , con la otra sostengo la alabarda improvisada , y pienso... y pienso... Con la cabeza colapsada de extraños sentimientos e hipótesis de lo mas enrevesadas , la mas clara imagen que tenia en mente era la hermosa muchacha del vestido rojo que me salvó la vida... ¿Que habrá sido de ella? ¿Y Taicho? ¿ Seguirá vivo? Espero poder dormir esta noche entre guardia y guardia , y despejarme un poco... Mañana me enfrentaré a mis miedos y la propia muerte con las manos desnudas...
